El quinto disco de Presuntos Implicados tiene un título que pretende, antes que ser sugerente, expresar humildad. Sole, Juanluís y Nacho ofrecen alimento, ponen los ingredientes esenciales sobre la mesa para una exquisita degustación auditiva. El momento mágico de Ser de agua permanece en el talento pues aunque se enfrentan a la observación crítica y exigente del mercado, logran hacer un disco magistral, de nuevos paisajes, de perlas engarzadas que son canciones hermosas en el más amplio sentido de la expresión. Un disco que reafirma que son grandes, que si en algún momento de sequía se habían replanteado seguir adelante, acertaron en su decisión pues tienen vocación, talento y autenticidad indudables.
Con la vista atrás Sole expresa que al disco le faltó aceite para lograr una mejor cocción, aunque la mayor parte de los seguidores prefieren la vena más sensible y acústica del repertorio que en este disco se muestra y que no se volvió a repetir en la ejecución de trabajos posteriores.
El pan y la sal es sin duda alguna su trabajo más intimista, aquel en el que puede palparse la sensibilidad en su expresión más pura, con el que alcanzan un nivel lírico de intelectualidad, de la que no renegarán en su momento, pero que evitarán en el futuro.
El repertorio del grupo crece en número y sobre todo en calidad, cada vez hay más canciones que logran un lugar para ser interpretadas en directo, hay una mayor arista de sonidos que van del rock latino a las raíces negras más sentidas pasando por pinceladas del reggae. El trabajo en conjunto se conserva en la preproducción y ejecución pero los créditos de las canciones comienzan su individualidad pues sólo cuatro se comparten en la composición entre miembros del trío y otras dos con colaboradores externos.
Las temáticas en los textos de las canciones se han diversificado aunque un mayor peso lo tendrán el amor en sus distintas facetas y la cotidianidad. De ahí en adelante, canciones como Las palabras de amor, Mi pequeño tesoro y Tu tierra y mis semillas se vuelven fundamentales en los conciertos mientras que otras menos populares por el público masivo se vuelven en favoritas de los seguidores del grupo, canciones pronfundas en contenido, muy fuertes a pesar de su suavidad, como La flor de la mañana, Estrella, Actriz o Satélite, otras canciones quedarán más relegadas de los conciertos para desgracia de muchos, como Los versos de un loco, Fragilidad, El muelles, o El misterio de lo cotidiano, temas auténticos de principio a fin.
Este sería el tiempo en que Presuntos tienen el mayor reconocimiento del mundo profesional de la música al ser nominados a varios premios, entre los que ganan, por ejemplo, el de mejor grupo español. Se extraen seis singles como en el trabajo anterior, aunque la repercusión del disco no iguala a la de su predecesor a nivel comercial, cuestión equilibrada con el reconocimiento del público que ya se encuentra anclado a uno de los más grandes y al mismo tiempo, más sencillos grupos del pop español.
El pan y la sal es sin duda alguna su trabajo más intimista, aquel en el que puede palparse la sensibilidad en su expresión más pura, con el que alcanzan un nivel lírico de intelectualidad, de la que no renegarán en su momento, pero que evitarán en el futuro.
El repertorio del grupo crece en número y sobre todo en calidad, cada vez hay más canciones que logran un lugar para ser interpretadas en directo, hay una mayor arista de sonidos que van del rock latino a las raíces negras más sentidas pasando por pinceladas del reggae. El trabajo en conjunto se conserva en la preproducción y ejecución pero los créditos de las canciones comienzan su individualidad pues sólo cuatro se comparten en la composición entre miembros del trío y otras dos con colaboradores externos.
Las temáticas en los textos de las canciones se han diversificado aunque un mayor peso lo tendrán el amor en sus distintas facetas y la cotidianidad. De ahí en adelante, canciones como Las palabras de amor, Mi pequeño tesoro y Tu tierra y mis semillas se vuelven fundamentales en los conciertos mientras que otras menos populares por el público masivo se vuelven en favoritas de los seguidores del grupo, canciones pronfundas en contenido, muy fuertes a pesar de su suavidad, como La flor de la mañana, Estrella, Actriz o Satélite, otras canciones quedarán más relegadas de los conciertos para desgracia de muchos, como Los versos de un loco, Fragilidad, El muelles, o El misterio de lo cotidiano, temas auténticos de principio a fin.
Este sería el tiempo en que Presuntos tienen el mayor reconocimiento del mundo profesional de la música al ser nominados a varios premios, entre los que ganan, por ejemplo, el de mejor grupo español. Se extraen seis singles como en el trabajo anterior, aunque la repercusión del disco no iguala a la de su predecesor a nivel comercial, cuestión equilibrada con el reconocimiento del público que ya se encuentra anclado a uno de los más grandes y al mismo tiempo, más sencillos grupos del pop español.
1. Mi pequeño tesoro (1er single)
2. Las palabras de amor (2do single)
3. Satélite (6to single)
4. Un día de abril (5to single)
5. Estrella
6. Siento vida
7. Tu tierra y mis semillas (3er single)
8. La flor de la mañana (4to single)
9. Los versos de un loco
10. Actriz
11. Fragilidad
12. El misterio de lo cotidiano
13. El muelles
14. El pan y la sal
2. Las palabras de amor (2do single)
3. Satélite (6to single)
4. Un día de abril (5to single)
5. Estrella
6. Siento vida
7. Tu tierra y mis semillas (3er single)
8. La flor de la mañana (4to single)
9. Los versos de un loco
10. Actriz
11. Fragilidad
12. El misterio de lo cotidiano
13. El muelles
14. El pan y la sal
No hay comentarios:
Publicar un comentario