Presuntos Implicados representan un claro ejemplo de un grupo de músicos en búsqueda constante de un sonido renovado, a pesar de haber sido catalogados en algunas ocasiones como blandos, aburridos o repetitivos. Basta con detenerse en los resultados de sus primeros seis discos para darse cuenta de una evolución rápida, evidente e interesante.
Tras la experiencia agotadora que significó La noche, se embarcaron en crear un disco innovador, que sorprendiera a propios y extraños, en el cual se mostrarían tan polifacéticos como se autodenominaban, realizando cambios en las fórmulas de trabajo, producción y composición que dieran como resultado un disco de ruptura, lo cual lograrán sólo en parte.
Primeramente deciden coproducir el disco, de las once canciones seleccionadas de las más de treinta maquetadas, cuatro (Los buenos tiempos, Todo corazón, Edén y Me voy a marchar) serían asignadas a Ricky Peterson, un productor estadounidense, para ser revisadas de otra manera, cuestión que no probaban desde Alma de blues, pues hasta ese momento habían preferido hacerse cargo de sus canciones en todo el proceso. El resultado no es demasiado notorio, pues afortunadamente el control sobre las canciones es tal, que aunque querían sonar distintos, no se parecen a nadie más que a ellos mismos aunque bien contextualizados en las tendencias de ese entonces.
En la composición sería más notorio el individualismo que en los discos previos. Con excepción de Nada y nadie, todas las canciones son creadas por separado, por cada uno de los miembros del trío; solamente Edén sería hecha entre Sole y su hermano menor, José Manuel. A pesar de que es notorio un estilo en el tipo de composiciones líricas y musicales, se conservaba aún una gran compenetración entre Juanluís, Sole y Nacho que no demeritó el resultado sonoro, pues aunque cada quien ofrece para el nuevo repertorio sus propias canciones, todos participaron aún en la grabación de cada una de ellas, situación que la tecnología les hará ganar en tiempo pero perder en convergencia en discos posteriores.
Con la fiebre que causó La noche, tanto en España como en México, Siete fue en términos generales bien acogido por el público afianzado al sonido del trío, por desgracia su éxito apenas crece, pues ellos pretendían llegar a otros sectores de la música, lo cual se logra tímidamente, al menos conservarían a sus seguidores, trabajo no menos meritorio.
El disco era realmente amplio en la gama de sonidos, canciones como Nunca es para siempre, Todo corazón y Palomas apostaban por las programaciones con una base de sutil electrónica a pesar de ser en esencia, baladas; Nacho no dejó de aportar algún tema delicado e intenso como Luna, Juanluís puso voz a una canción de su autoría, Tus gestos, se incluía un bolero muy en la línea del grupo, A tu lado, y el single de anticipo, Todas las flores, era una canción pop guitarrera, que se convirtió en un éxito casi al nivel de Como hemos cambiado, su canción más conocida. Siete no tiene desperdicio alguno como lo demuestra una escucha de sus once canciones, en una línea muy vitalista, reflejo de un estado general de bienestar.
Primeramente deciden coproducir el disco, de las once canciones seleccionadas de las más de treinta maquetadas, cuatro (Los buenos tiempos, Todo corazón, Edén y Me voy a marchar) serían asignadas a Ricky Peterson, un productor estadounidense, para ser revisadas de otra manera, cuestión que no probaban desde Alma de blues, pues hasta ese momento habían preferido hacerse cargo de sus canciones en todo el proceso. El resultado no es demasiado notorio, pues afortunadamente el control sobre las canciones es tal, que aunque querían sonar distintos, no se parecen a nadie más que a ellos mismos aunque bien contextualizados en las tendencias de ese entonces.
En la composición sería más notorio el individualismo que en los discos previos. Con excepción de Nada y nadie, todas las canciones son creadas por separado, por cada uno de los miembros del trío; solamente Edén sería hecha entre Sole y su hermano menor, José Manuel. A pesar de que es notorio un estilo en el tipo de composiciones líricas y musicales, se conservaba aún una gran compenetración entre Juanluís, Sole y Nacho que no demeritó el resultado sonoro, pues aunque cada quien ofrece para el nuevo repertorio sus propias canciones, todos participaron aún en la grabación de cada una de ellas, situación que la tecnología les hará ganar en tiempo pero perder en convergencia en discos posteriores.
Con la fiebre que causó La noche, tanto en España como en México, Siete fue en términos generales bien acogido por el público afianzado al sonido del trío, por desgracia su éxito apenas crece, pues ellos pretendían llegar a otros sectores de la música, lo cual se logra tímidamente, al menos conservarían a sus seguidores, trabajo no menos meritorio.
El disco era realmente amplio en la gama de sonidos, canciones como Nunca es para siempre, Todo corazón y Palomas apostaban por las programaciones con una base de sutil electrónica a pesar de ser en esencia, baladas; Nacho no dejó de aportar algún tema delicado e intenso como Luna, Juanluís puso voz a una canción de su autoría, Tus gestos, se incluía un bolero muy en la línea del grupo, A tu lado, y el single de anticipo, Todas las flores, era una canción pop guitarrera, que se convirtió en un éxito casi al nivel de Como hemos cambiado, su canción más conocida. Siete no tiene desperdicio alguno como lo demuestra una escucha de sus once canciones, en una línea muy vitalista, reflejo de un estado general de bienestar.
1. Todas las flores (1er single)
2. Nunca es para siempre (2do single)
3. Los buenos tiempos
4. Todo corazón
5. Edén (3er single)
6. Luna (4to single)
7. Tus gestos
8. Me voy a marchar
9. Palomas
10. Nada y nadie
11. A tu lado
2. Nunca es para siempre (2do single)
3. Los buenos tiempos
4. Todo corazón
5. Edén (3er single)
6. Luna (4to single)
7. Tus gestos
8. Me voy a marchar
9. Palomas
10. Nada y nadie
11. A tu lado
La gira de Siete durante el año 98 fue alucinante y muy exitosa en su capacidad de convocatoria, en México triplicaron al público que les vio en su visita anterior llenando el Auditorio Nacional en tres fechas y el Hard Rock en cinco. Aunque gran parte de los arreglos musicales de la experiencia previa en directo se repetían, era notoria la magia existente entre el trío y su público entregado en cada noche de concierto, desde foros pequeños a grande estadios como el del Real Madrid, en donde se filmaría la experiencia para ser editada años después en formato DVD.
El repertorio rescataba la mayoría de las canciones nuevas, muchas de La noche y otros temas menos clásicos pero que significaban regalos adicionales, sobre todo en el Medley, interpretado a dos guitarras y voz, con algunos afortunados asistentes invitados a compartir el escenario con Presuntos, casi al final de la actuación. La sencillez del grupo era notoria en gestos como ése y las flores repartidas entre el público al final de la interpretación de Edén. Momentos de magia y empatía logrados a través de la música.
Repertorio de la gira y el DVD Tour Siete:
El repertorio rescataba la mayoría de las canciones nuevas, muchas de La noche y otros temas menos clásicos pero que significaban regalos adicionales, sobre todo en el Medley, interpretado a dos guitarras y voz, con algunos afortunados asistentes invitados a compartir el escenario con Presuntos, casi al final de la actuación. La sencillez del grupo era notoria en gestos como ése y las flores repartidas entre el público al final de la interpretación de Edén. Momentos de magia y empatía logrados a través de la música.
Repertorio de la gira y el DVD Tour Siete:
1. Los buenos tiempos
2. Sentir su calor
3. Tu tierra y mis semillas
4. Llovió
5. Nunca es para siempre
6. Palomas
7. Tus gestos
8. Sed de amor
9. Cada historia
10. A tu lado
11. Las palabras de amor
12. Ícaro
13. Alma de blues
14. La noche
15. Todas las flores
16. Como hemos cambiado
17. Edén
18. No hay humor
19. Medley
- Me das el mar
- Fallen
- Actriz
- Satélite
- En la oscuridad
- Mil mariposas
20. Mi pequeño tesoro
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