Presuntos Implicados: Postales - 2005

Este disco no sólo huele a tristeza, sabe a ella y la refleja desde su portada… ¿Casualidad o símbolos? En la fotografía hay un amanecer, que más bien parece un ocaso frente a Presuntos, se les nota separados, Sole sentada en el muelle de la Albufera Valenciana y Juanluis y Nacho de pie en el extremo opuesto. Otro de esos símbolos es auditivo pues gran parte de las canciones hablan de separación, disgusto y desencanto, mensajes sutiles, intencionados y accidentales en gran parte de los textos, y una interpretación magistral de Sole como antes no se le había escuchado en temas como Deshabitada o Todo perdido, un anuncio sutil a la inevitable separación.

El sonido del disco es soberbio en su ejecución y producción si bien el repertorio no es el mejor para haber sido gestado durante 4 años, durante los cuales Sole, Juanluís y Nacho se encontraban dispersos en actividades individuales y cada vez menor confluencia en su proyecto principal y común, el de Presuntos Implicados.

En esta ocasión se decantan por algunos temas que miran hacia afuera, hacia la realidad del mundo y otros demasiado introspectivos, que rondan sobre todo la tristeza, ya no en pinceladas como lo hacían en discos anteriores, ahora la nostalgia aparece con grandes brochazos, un repertorio amargo para un momento demasiado triste, nada esperanzador respecto a sus discos de estudio previos.

Sole y Juanluís serán quienes en esta ocasión se encuentran más saturados y aportan las composiciones más flojas, Nacho mantiene un buen nivel pero es evidente que la convergencia y la magia se han disuelto. Sólo se extraerán dos sencillos, un tema bastante digerible pero alejado de ser lo mejor del disco, Tenemos que hablar, que habla de una ruptura de pareja y Postales, tema que alude al paso del tiempo, cuya autoría pertenece a Manuel Veleta, hermano menor de Sole y Juanluís, canción con una lírica más adecuada para el grupo que las hechas expresamente para ese disco, que en momentos daba la impresión de haberse publicado como señal de permanencia.

Las mejores canciones del disco serían Todo perdido y Como si nada, ésta incluida sólo en la edición de lujo, situación absurda de mercado que limita a parte del público a acceder a un trabajo de completa calidad. Por desgracia, para México y América Latina sólo se distribuiría la edición de doce y no la de quince canciones.

Para aquellos que seguimos su trayectoria constantemente y por una temporada prolongada, una primera escucha anunciaba ya una despedida, confirmada durante la gira de presentación por Sole Giménez con un valiente comunicado que confirmaba su salida y soltaba muchos cuestionamientos al aire, malinterpretado por muchas personas, pero que hacía ya evidente el fin de un ciclo, que de no haber decidido romper ella, habría estallado en otro momento.

1. Tenemos que hablar (1er single)
2. Quién
3. Jerusalén 2.0
4. Postales (2do single)
5. Incapaz de sonreír
6. Polizón
7. Boleros
8. Comedia divina
9. Eso es lo mejor
10. Todo perdido
11. Amore
12. Deshabitada

BONUS TRACKS:
13. Todo cambia
14. Como si nada
15. Tenemos que hablar